Estos agentes, según reporta el periódico mexicano,  El Universal, están implicados en una serie de crímenes, incluyendo secuestros y desapariciones forzadas.

En un operativo intensificado en las últimas semanas, las autoridades del estado mexicano de Chiapas han detenido a aproximadamente 55 funcionarios policiales sospechosos de estar coludidos con organizaciones delictivas.

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A mediados de diciembre, la Policía de Chiapas también anunció la detención de 92 uniformados adicionales, acusados de obstruir un operativo mediante el bloqueo de vías y de agredir al personal que trabajaba en un centro de videovigilancia. Según el fiscal general del estado, Jorge Luis Llaven Abarca, estos policías habrían estado proporcionando información estratégica a grupos criminales.

La alarmante vinculación de miembros de las policías municipales de Chiapas con cárteles del narcotráfico se hizo evidente en febrero pasado, cuando el entonces director de Seguridad Pública del municipio de Berriozábal, Germán Alegría Estrada, confesó en un video la participación de policías en secuestros y desapariciones forzadas. Esta confesión se produjo tras su plagio por supuestos miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación, y días después fue encontrado asesinado dentro de un automóvil.

Las autoridades continúan investigando la red de corrupción dentro de las fuerzas policiales chiapanecas, reafirmando su compromiso de combatir la impunidad y restaurar la confianza en las instituciones de seguridad pública.

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